Biden se niega a cerrar el parole humanitario y CBP One; así van las negociaciones (video)

En un punto de fricción en las conversaciones entre la Administración Biden y el Congreso de EEUU, la Casa Blanca se ha resistido a las demandas republicanas de restringir el programa del parole humanitario que ha permitido a decenas de miles de inmigrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela ingresen al país, a menudo por puertos de entrada distintos de la frontera, según varias personas familiarizadas con las conversaciones que hablaron sobre ellos solo bajo condición de anonimato, reporta la agencia de noticias Associated Press.

En este contexto, el Senado planea regresar la próxima semana con la esperanza de aprobar el paquete de ayuda de 110 mil millones de dólares para Ucrania, Israel y otros países de seguridad nacional y finalizar un acuerdo para imponer nuevas restricciones a las solicitudes de asilo en la frontera de Estados Unidos. Pero la Cámara no mostró señales de volver a impulsar la legislación en el Congreso en pleno.

«Estamos trabajando muy duro», dijo el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, al final del día. «No es fácil, pero estamos trabajando duro».

El presidente demócrata se enfrenta a una dura oposición de los republicanos en el Congreso, tanto de los conservadores populistas que ya no quieren financiar el conflicto de casi dos años como de Senadores republicanos que han sido aliados tradicionales de la defensa de Ucrania pero insisten en que Estados Unidos también promulgue políticas destinadas a reducir el número histórico de inmigrantes que llegan a la frontera de Estados Unidos con México.

Altos funcionarios de la administración, incluido el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Jeff Zients, y el director de asuntos legislativos de Biden, Shuwanza Goff, se reunieron con negociadores del Senado el jueves por la noche.

Zients se había estado reuniendo con Schumer y pasó por allí para enfatizar el llamado del presidente a encontrar soluciones políticas y de financiamiento en la frontera, según un funcionario de la Casa Blanca. Y por tercer día el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, se reunió con los negociadores en el Capitolio.

Pero la Cámara terminó su trabajo y se fue de vacaciones, y el presidente republicano Mike Johnson no mostró señales de que sus miembros regresarían hasta la segunda semana de enero.

Se esperaba que un grupo central de negociadores del Senado y funcionarios de la administración Biden trabajaran durante este fin de semana para reducir una lista de prioridades destinadas a reducir el número de inmigrantes que solicitan asilo en la frontera de Estados Unidos.

“Estamos logrando avances, me siento más seguro hoy que ayer”, dijo a AP, Sinema, un independiente de Arizona que a menudo ha sido central en la negociación de acuerdos en el Senado.

Ante las cifras históricas de migrantes en la frontera de Estados Unidos con México, la Casa Blanca ha negociado un cambio a la ley que permitiría a los funcionarios de Seguridad Nacional impedir que los migrantes soliciten asilo si el número total de cruces excede cierta capacidad.

Los negociadores también han considerado varias otras políticas que se parecen a las implementadas durante la administración del expresidente Donald Trump, incluida la detención de personas que solicitan asilo en la frontera y la concesión de autoridad a nivel nacional para expulsar rápidamente a los migrantes que haber estado en los EEUU durante menos de dos años.

Sinema se negó a discutir los detalles de las conversaciones, pero dijo que su objetivo era elaborar un paquete que tenga tanto la política como el financiamiento para “crear un proceso ordenado, seguro y humano” para buscar asilo o inmigrar por “otras razones legales”.

Añadió que los negociadores entienden que perderán el apoyo tanto de los conservadores como de los progresistas, pero su objetivo era aprobar el paquete en el Senado con mayorías de ambos partidos.

“Probablemente habrá personas en los márgenes del espectro político que no estén contentas con una solución que asegure nuestra frontera, traiga orden y sea humana”, dijo Sinema.

Pese a que la Casa Blanca se ha resistido a las demandas republicanas de restringir el programa de parole humanitario, los defensores de la inmigración están consternados por las concesiones de la Casa Blanca en las conversaciones.

El senador Alex Padilla, el demócrata de California que encabezó la resistencia del Senado a los planes, dijo que le había dicho a Biden “que tenga cuidado porque los republicanos están empeñados en arrastrarnos a territorio político dañino”.

El Congreso ha luchado durante décadas para llegar a un acuerdo sobre políticas fronterizas e inmigratorias, sin embargo, los republicanos argumentan que la administración Biden abrió la puerta a una negociación política al incluir fondos relacionados con las fronteras en el paquete de seguridad nacional y al pedir abiertamente al Congreso que asumiera reformas.